Hace
unos días se publicó en El Economista
un artículo titulado “México, primera potencia de AL en 2022” el cual describe el
análisis, de importantes fuentes, de que México superará a Brasil en la próxima
década. De hecho en ambos, el presente año y el pasado, el crecimiento de
México ya superó las cifras del Banco do Brasil para éste país. Siendo que
China, el motor principal del crecimiento en Brasil, se ha detenido un poco, México podría en algunos años tomar la
delantera y ser el líder de América Latina… justo como lo marcaron algunas
predicciones años atrás. Como bien comento en el título, esta noticia me dejó
un sabor agridulce al leerla ya que me pregunto, cuál será el costo para
nosotros alcanzar tal meta. ¿Vale la pena?
Primero
que nada quiera establecer que me parece fabuloso que México apunte para ser
primera potencia en América Latina. Qué halago que nos consideren los
inversionistas y los grandes corporativos para instalar aquí sus negocios, esto
ayudará al país a generar más empleos, más impuestos y “mejores condiciones de
vida”.
La parte
agria es que a corto y largo plazo no se considere un incremento sustancial en
los sueldos de la gente en general. ¿Cómo vamos a “mejorar las condiciones de
vida” de la gente en México con un sueldo que en 2010 era de $3.06 USD por hora
y que en 5 años, para 2015 se estima se incrementara a $3.55 USD por hora? Esto
es un incremento de sólo el 16% en 5 años. En cambio, en China van de los $
2.72 USD por hora a los $ 5.30 USD por hora en 2015, esto es un incremento del
salario del 95% en el mismo periodo. ¿Estamos haciendo bien las cosas? ¿Queremos
seguir siendo un país maquilador o queremos empezar a desarrollar una economía
de innovación, basada en la tecnología y en la calidad?
No sé si
lo que necesita el país es seguir alimentando la economía basada en la mano de obra barata, o en la importa/exportación
de productos. En mi opinión México necesita inversionistas que crean en dar a
México la oportunidad de despegar como una economía basada en la innovación,
aquella que caracteriza a los países de primer mundo y en donde la mano de obra
es todo menos barata. Creo que en México también hay talento para desarrollar
este tipo de economía y dejar atrás la dependencia en las remesas y las maquiladoras
extranjeras. ¿O a ti te gustaría ganar menos que en China?
Agradezco
tus comentarios,
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