miércoles, 17 de octubre de 2012

¿Quién les va a enseñar a mis hijos a ahorrar e invertir? Sólo usted

“La sociedad trabaja para obtener dinero. Los listos hacen que el dinero trabaje para ellos.”



 Durante las semanas pasadas, se presentó el programa CetesDirecto Niños, en la quinta Semana Nacional de Educación Financiera. Dicho programa introduce a los niños al mundo de la inversión y el ahorro. CetesDirecto Niños tiene como objetivo ayudar a enseñar los conceptos del ahorro y la inversión en los niños, ya que se puede abrir una cuenta infantil con sólo cien pesos.
            Hasta ahora suena muy bien el programa, ¿no?
Considero que este programa sería recomendable en la medida de que los niños inicien sus conocimientos en temas de ahorro, inversión y educación financiera. Sin embargo el problema que salta a la mente es, ¿quién les enseñará a los niños la importancia de ahorrar e invertir? Encuesta tras encuesta realizada en nuestro país muestra que solamente el 20% - 25% de los mexicanos ahorra. Además, la mayoría cree que ahorrar es guardar “lo que nos sobra” (falso!), y muchos de los ahorradores lo hacen de forma irregular, no constante, abajo del colchón o en tandas (y quién no estado en una tanda?). El ahorro formal no es un hábito en México. Entonces, ya que sólo un cuarto de los mexicanos ahorra, quién inculcará en sus hijos un hábito que usted tampoco realiza. 
La educación financiera es el proceso por el cual adquirimos conocimientos, habilidades y capacidades que nos permiten tomar mejores decisiones en cuanto al manejo de nuestros recursos. No hay que ser pobre o rico para hacer uso de estos conocimientos ya que ayuda a todos por igual a hacer juicios informados y saber a dónde acudir a pedir ayuda y asesoría para sacarle más jugo a nuestro dinero. Hay que hacer que el dinero trabaje para nosotros y no trabajar para sacar un poco de dinero.
Es importante que cambiemos nuestro concepto y forma de “ahorrar”. Podemos comenzar por dejar 3 cosas en claro:
Usted debe planear un poco de su salario para ahorrar. Y no lo que le sobre o lo “extra”. Propóngase ahorrar una parte (usted decide) cada quincena.
Las tandas, las alcancías y el colchón son fáciles. ¿Pero sabe qué es más fácil? Ganar dinero por el hecho de tener dinero en el banco. Talvés no sean mucho lo que el banco le dé (=rendimiento), pero siempre será más que el que le da su colchón.
El último y principal consejo que puede sacar de haber leído esta entrada: inculque en sus hijos el hábito de ahorrar. Sus "domingos", el dinero que le regalen por su cumpleaños, el que se gane ayudando en la casa. No importa cuánto. No tiene que ser todo, una parte está bien. Y que lo haga regularmente. Esto lo ayudará a él en un futuro y a usted HOY. 
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